El caso «La Manada»
Si leéis o veis con frecuencia las noticias sin duda habréis oído hablar sobre “La Manada”. Dicho a groso modo, este grupo formado por 5 individuos está siendo procesado por la supuesta violación múltiple practicada a una chica de 18 años en Pamplona durante los Sanfermines de 2016.
No vamos a hablar aquí sobre las pruebas del caso, los testimonios, o sobre la culpabilidad o no de los implicados. Sino del fenómeno social que ha traído consigo este suceso: los españoles se han volcado con este caso y ya han dictado sentencia. Por ejemplo, hemos podido ver que en las redes sociales se ha difundido la foto de los cinco implicados bajo el mensaje “yo tampoco entiendo el NO”, una manifestación multitudinaria con origen en Madrid (además de las practicadas durante los juicios, que han impedido la continuidad de los mismos en varias ocasiones), lemas en Facebook y Twitter que rezan “por qué Instagram sí y Whatsapp no” o “la justicia es patriarcal: yo sí te creo”. Básicamente, con estos dos últimos mensajes los usuarios hacían referencia, respectivamente, al hecho de que el juez encargado del caso aceptó como prueba unas fotos seleccionadas del Instagram de la víctima en la que se le podía ver haciendo “vida normal”, mientras que no aceptó como prueba los Whatsapp que se enviaron los miembros del grupo tras el suceso. La importancia de este hecho radica en que la sociedad interpretó lo anterior como que se estaba cuestionando a la víctima. ¿No puede una víctima de violación hacer vida normal?, ¿no puede subir fotos a las redes o salir con sus amigas?
Sin embargo, a pesar del apoyo que recibe la víctima por parte de los españoles, los hay que cuestionan la veracidad de su testimonio. Se posicionan así, en favor de los cinco miembros del grupo, primero, alegando la presunción de inocencia de estos y, segundo, refiriendo que si la víctima no opuso resistencia, no es violación (tal y como expuso Torbe en su canal de Youtube, en el cual podréis ver sus argumentos con los que desacredita el testimonio de la víctima). Este último argumento (independientemente de la veracidad o no del testimonio de la víctima) refleja el machismo que sigue latiendo fuerte en nuestra sociedad. Se hace patente la necesidad urgente de una educación en valores, en igualdad de género y de programas que promocionen la prevención de conductas machistas en hombres y mujeres.
Resumiendo todo lo anterior, es indudable que este caso ha traído consigo una de las mayores respuestas sociales. Gran parte de la población se ha posicionado en favor de la víctima (algo parecido a lo que ocurrió con el caso de Juana, os sonará el hashtag #juanaestáenmicasa). Pero también los hay quienes se cuestionan la culpabilidad de La Manada. No obstante, a día de hoy los cinco acusados siguen en prisión desde el 8 de julio de 2016, y todavía queda pendiente la sentencia firme del juez.