Víctimas culpables
Esta semana ha sido noticia en radio, televisión y prensa las 4 violaciones que han tenido lugar durante las fiestas de San Fermín en Pamplona.
Cuatro violaciones en cinco días de san fermines
Algunos aseguran que no es nada excepcional lo que ha pasado en Pamplona durante estas fechas, ya que es algo habitual en el resto de ciudades españolas durante sus fiestas…¡¡pues vaya!!! ¿Lo normalizamos? ¿No nos escandalizamos ante tales hechos?
Es más, hay quienes justifican dichos abusos haciendo referencia a la forma de vestir de las víctimas: faldas cortas, vestidos ceñidos, escotes…»Todo se debe a un mal entendido, están de fiesta y todos quieren divertirse«. O lo justifican escudándose en el alcohol, han tomado unas copas de más y no son conscientes de sus actos, «todo empezó como una broma y se nos fue de las manos».
¿Dónde está la libertad de cada persona, en este caso de las mujeres, para decidir lo que quiere o lo que no quiere hacer?
Después de ser agredida, la víctima tiene que soportar comentarios que acaban por convertirla en culpable del ataque que ha sufrido.
Lamentablemente esto no solo pasa en los abusos o agresiones sexuales, también lo vemos en las víctimas de bullying. Niños que están pasando verdaderos calvarios, siendo acosados por sus compañeros, siendo el blanco de burlas, humillaciones… Todavía hay gente que se atreve a echarles la culpa a esos niños con comentarios tan desafortunados como: «es un niño muy raro», «es muy introvertido», «él se lo ha buscado»,… Hablamos de niños que acaban por no soportar la situación y ponen fin a sus vidas o que en algún momento se lo plantean. Los supervivientes de este acoso escolar acaban teniendo secuelas de por vida.
Otro ámbito en el que es frecuente que la víctima adopte el rol de culpable es en la violencia de género. Las víctimas están tan convencidas de que son culpables que se creen que se merecen el maltrato que reciben, así lo manifiestan con afirmaciones como: «me pegaba lo normal», «me pega porque me quiere», «me controla todo lo que hago porque me ama», «soy yo la que le ha provocado»…
Si hablamos de abuso infantil y de algunos de los casos de pederastia que han saltado a los medios de comunicación, nos encontramos con declaraciones como las que hizo el obispo de Tenerife:
«Hay menores que desean el abuso e incluso lo provocan» Bernardo Álvarez, obispo.
Declaraciones del obispo de Tenerife
«La violación de los niños es culpa de los homosexuales y la de las niñas de los heterosexuales» . «Hay niños gays que provocan a los sacerdotes y les contagian su homosexualidad». Tarcisio Bertone, obispo de Grosseto (Italia).
Con estas conductas acabamos de hundir a las víctimas que, cuando sufren algún tipo de abuso, se cuestionan su responsabilidad. Muchas veces no cuentan por lo que están pasando porque tienen interiorizadas este tipo de creencias, convenciéndose de que son realmente culpables de dicha situación, consiguiendo así, entre todos, fomentar y agravar este tipo de actos delictivos, ya que una parte de la sociedad les hace responsables.
Acabamos convirtiendo a las víctimas en culpables, aumentando su malestar y sufrimiento, que en algunas ocasiones tiene un fatal desenlace.